La sonLa sonda Juno y las impresionantes nubes de colores de Júpiter
Era de esperar, pero las imágenes de Júpiter tomadas por
la sonda Juno están siendo aún más espectaculares de lo previsto. El 27
de marzo de 2017 la sonda realizó su quinto paso por el perijovio, el
punto más cercano de la órbita a Júpiter, alcanzando brevemente la
increíble velocidad de 57,8 km/s (208.000 km/h) y finalizando así la
cuarta órbita científica alrededor del gigante joviano desde que llegó a
su destino el pasado 4 de julio. Juno se encuentra actualmente en una
órbita muy elíptica de 4.400 x 8 millones de kilómetros con un periodo
de 53,5 días después de que un fallo en el sistema de propulsión impidiese alcanzar la órbita prevista
de 14 días, de ahí que ahora pase por el perijovio cada dos meses
aproximadamente. Y mientras tanto la pequeña cámara JunoCam sigue siendo
la protagonista de la misión a pesar, paradójicamente, de que no se
trata de un instrumento científico oficial de Juno. Como botón de
muestra tenemos la siguiente imagen de una tormenta de color rojizo que
parece sacada de una obra de arte:
Esta tormenta está situada cerca de una de las típicas tormentas
ovaladas de color blanco que se encuentran en Júpiter. El mayor planeta
del sistema solar no tiene superficie sólida, pero sí posee tres capas
nubosas: una superior de nubes de amoniaco de color muy blanco, una
intermedia de nubes de hidrosulfuro de amonio con un tono marrón y una
capa inferior de nubes de agua. Ahora bien, se desconoce el mecanismo
preciso causante de la colorida atmósfera joviana. Los colores de la
tormenta roja de la imagen superior, así como los de la famosa Gran
Mancha Roja no se corresponden con ninguna de estas capas nubosas. Se
sabe que estas tormentas rojizas no son depresiones en las nubes, sino
que se hallan por encima de la mayoría de capas nubosas (la parte
superior de la Gran Mancha Roja está a unos 6 kilómetros más allá de la
capa de nubes de amoniaco).
Desde que las misiones Voyager pasaron por Júpiter se ha sugerido que
el color rojo se debe al fósforo rojo liberado al romperse las
moléculas de fosfano (PH3) provenientes de las capas
inferiores de la atmósfera, pero hoy en día la hipótesis favorita, al
menos para la Gran Mancha Roja, es que el color tiene su origen en
compuestos orgánicos que se forman en las capas altas atmósfera a partir
del amoniaco (NH3) y el acetileno (C2H2)
por la acción de la luz ultravioleta solar. El acetileno (etino) se
halla presente en la neblina de sustancias orgánicas situada a gran
altitud sobre las nubes. La tormenta rojiza vista durante el quinto
perijovio cubre una pequeña parte de las imágenes de Juno, pero en la
siguiente fotografía se aprecia mejor la gran complejidad de la
atmósfera joviana:
La imagen está centrada en una ‘tormenta negra’, la zona oscura a la
derecha, mientras que a la izquierda se aprecia una característica
tormenta ovalada dominada por nubes de amoniaco a gran altitud. En
cuanto a la ‘tormenta negra’ por el momento se desconoce su naturaleza y
no está nada claro que sea una tormenta. Las tormentas en forma de
óvalo aparecen espectaculares en las imágenes de JunoCam, como es esta:
La imagen anterior tiene una resolución enorme y se parece mucho a lo
que vería el ojo humano si estuviésemos en órbita de Júpiter. Por
contra esta otra imagen ha sido procesada para resaltar el color y que
se vean más estructuras de la atmósfera:
Las imágenes de JunoCam resultan muy complicadas de distribuir en un
formato accesible para todos los públicos debido a las características
peculiares de esta cámara. Afortunadamente muchos aficionados con
conocimientos de procesado de imágenes están trabajando para ofrecernos
las mejores vistas de JunoCam y sus resultados están disponibles en la propia página del instrumento
(y si crees que puedes aportar algo nuevo, ya sabes, no dudes en
colaborar). Para que nos hagamos una idea, un ejemplo de imagen menos
procesada que las anteriores podría ser este:
JunoCam nos ha mostrado que los polos de Júpiter poseen una
complejidad y un nivel de estructura desconocidos hasta la fecha. No
cabe duda de que las imágenes de esta cámara quitan el hipo, ¿pero qué
hay de los resultados científicos de la misión? Al fin y al cabo Juno
está en Júpiter para estudiar su interior, no para hacer fotos bonitas.
Al haberse quedado varada en su órbita actual los primeros resultados
científicos se harán esperar todavía unos meses más, pero ya hay algunos
resultados preliminares muy sugerentes. De entrada, parece que las
medidas iniciales de gravedad indican que, como señalan los modelos
teóricos más recientes, Júpiter carece de un núcleo interno de grandes
dimensiones (a diferencia del resto de planetas gigantes).
El magnetómetro de la sonda ha descubierto además que el potente
campo magnético joviano parece que se origina en una región situada más
cerca de la ‘superficie’ de lo previsto (la magnetosfera de Júpiter es
el resultado de las enormes corrientes eléctricas que aparecen en la
capa de hidrógeno metálico del interior del planeta). Eso significa que
la superficie de la dinamo joviana se extendería hasta el 90% del radio
planetario. Por su parte, según los datos del instrumento de ondas de
plasma y radio (Waves) Juno está pasado a través, o muy cerca, de la
región donde se originan las emisiones de radio relacionadas con las
auroras. Y mientras esperamos más noticias de la misión ahora toca
esperar hasta el 19 de mayo, cuando tendrá lugar el sexto paso por el
perijovio.
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